Eterno vivir del tiempo
Junto al correr del agua y el canto de los pájaros
Guardando en tus ramas las ilusiones
de los que fuimos paridos a la vera de la cama.
Somos vida de tu regazo
que volvemos a ser niños jugando en tu querer
de los sueños que se quedaron escondidos
esperando el amanecer.
La distancia de las nostalgias
es memoria de las tardes
compartiendo los cariños y los abrazos de entonces
frágiles siluetas de nuevos inviernos
esperando el florecer de una nueva primavera
que se deshoja con los años y las canas
buscando el refugio de tu sombra
que nos vuelve a ser niños.