Vi tus canas nacer
como la crespilla por los cerros de mi pueblo.
Tus manos de minero curtidas al sol
son los versos del alma y el silencio de tu vivir.
Cada día un nuevo camino,
y mientras tus pasos desandaban el atardecer,
las esperanzas del nuevo día llenaban tu existir.
Noches de nostalgias y de sentires del corazón
allá lejos tu casa, tus hijos y tu mujer.
También el amasijo, las penas y el quehacer
Entre tableros, leños y chamizas
el fuego ardiente de la hornilla, de los cariños y el querer
de la vieja, de los niños y de la burra en el corral.
Simple manera de hacer de la vida, la sencillez del vivir
una sonrisa siempre al saludar
la alegre conversa
los abrazos, el compadre, el cuñado, los amigos
y unas cuantas copas de vino.
¡Viejo lindo!
sabiduría fue tu vida y tu andar
Al final del camino, cuando se oscureció tu atardecer
te abrazaste a tu vieja, tu amor y tu querer.
Cierto que seguimos llorando tu partida
con la alegría de volver a encontrarnos,
en los recuerdos,
en los caminos
y en los recovecos de la vida.
Semana Santa en Andacollo
Semana Santa siempre ha sido un hito importante en el calendario religioso tradicional de nuestro pueblo, eminentemente cristiano católico, donde los testimonios y vivencias nos